El CURRICULUM. ENFOQUES
El enfoque que ha prevalecido en toda mi formación como
estudiante ha sido el técnico, también llamado “tradicional”.
Nosotros como estudiantes solo nos dedicábamos a escuchar y
memorizar el conocimiento preestablecido que impartían los maestros, adoptando
un rol sumamente pasivo, solo el docente tenía un rol activo y era el único capaz
de transmitir el conocimiento.
Recuerdo bien haber recitado de memoria, en Lengua y
Literatura, contenidos que aun hoy no recuerdo, pero era importantísimo la memorización
exacta de ellos, para poder aprobar la asignatura.
En mis primeros pasos como docente, mi rol fue de adscripta
en una catedra universitaria, por lo que mi participación dependía mucho de las
titulares de la materia. Por suerte ellas fueron quienes me permitieron
realizar muchas más actividades para mi función. Si bien la materia en la que aún
hoy doy clases es muy técnica y estructurada pude de a poco ir desprendiéndome de
ese concepto tan tradicionalista en el que me enseñaron. Con la pandemia, mi
experiencia fue toda una revolución y me hizo pensar en otros interrogantes que
en la presencialidad pasaba por alto, ¿Cómo lograr despertar la pasión en los
alumnos? ¿Cómo hago surgir en mis estudiantes el foco de la reflexión y participación,
cuando el escenario es difícil y muchas veces representa una deshumanización? Comparto
lo expresado con Flavia Terigui en cuanto a la necesidad de repensar un
curriculum a partir de la pandemia, abarcando la temática desde un punto de
vista mas critico y reflexivo, haciendo hincapié en relacionarlo con todo el
contexto en que la educación se desenvuelve.
Con los años espero poder construir un enfoque crítico,
donde el curriculum sea abierto y flexible a los cambios que experimentamos
como sociedad.
Me pareció muy interesante y acertada la mirada de Mariana
Maggio cuando hablaba de un curriculum minimalista, no porque fueran menos los
contenidos establecidos, sino esa mira hacia la construcción de nuevos
conocimientos “originales”, donde los que formamos parte de esta maravillosa profesión
pensemos en nuevos contenidos y no solo repetir lo mismo por décadas.
La lectura de las experiencias de mis compañeros, donde la mayoría
ha experimentado este tipo de sistema, me hace pensar que a medida que las
sociedades avanzan, las estructuras educativas deben ser replanteadas,
adaptadas a las nuevas realidades en que vivimos. Creo que la pandemia nos dejo
mucho por aprender y mejorar, para poder hacer frente a la educación que está
por venir!!!.
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